Debido a la guerra en Ucrania, la FIFA y la UEFA suspenden la participación de los equipos rusos de todas las competiciones, incluido el Mundial de Qatar.

La FIFA y la UEFA, los rectores del fútbol mundial y europeo, respectivamente, han suspendido la participación de los equipos rusos de todas las competiciones internacionales en represalia por la invasión de Ucrania.

«La FIFA y la UEFA han decidido hoy (lunes) conjuntamente que todos los equipos rusos, ya sean selecciones nacionales representativas o clubes de fútbol, queden suspendidos de su participación tanto en las competiciones de la FIFA como de la UEFA hasta nuevo aviso», explica el comunicado publicado por ambos órganos.

La resolución conjunta de la FIFA y la UEFA se hizo pública después de la recomendación hecha este lunes por el COI a las federaciones y a los organizadores de competiciones, para que «no inviten ni permitan la participación de deportistas o dirigentes rusos», que en su caso hacía también extensible a Bielorrusia como aliado de Moscú.

Queda así en el aire por ejemplo la participación de Rusia en las eliminatorias de repesca de clasificación del Mundial de Catar 2022 –su primer partido estaba previsto para el 24 de marzo, contra Polonia como local–. La federación rusa ha dicho en otra nota [en ruso] que rechaza «categóricamente» su suspensión y denuncia que tiene «un carácter claramente discriminatorio».

«Estas acciones están dividiendo a la comunidad deportiva mundial, que siempre se ha adherido a los principios de igualdad, respeto mutuo e independencia de la política», añade la RSF, que se reserva la posibilidad de impugnar al Tribunal Arbitral del Deporte.

Ni FIFA ni UEFA ni la federación rusa han hecho ninguna mención explícita al próximo Mundial masculino de fútbol, la competición deportiva con más impacto global tras los Juegos Olímpicos. No obstante, el portal del Mundial de la FIFA está encabezado ya por la noticia de la exclusión de Rusia.

De no revertirse esta medida, tampoco podrá disputar la selección femenina rusa la Eurocopa que se disputará en julio, para cuya fase final estaba clasificada (encuadrada en el grupo C con Suiza, Países Bajos y Suecia).

Lo que sí ha quedado ya claro es que el Spartak Moscú ha sido excluido de la Europa League. El equipo ruso había sido emparejado en los octavos de final de la segunda competición continental con el Leipzig alemán para jugar los próximos 10 y 17 de marzo. El club ha dicho que no está de acuerdo con la medida, pero que está obligado a cumplirla.

«El deporte debe construir puentes, no destruirlos», señala el Spartak en otro comunicado [en ruso], donde añade que ahora se centrará en las competiciones domésticas y que concluye con un llamamiento a la paz. Así, el Leipzig avanzará directamente a cuartos.

Según se recuerda, el precedente de una sanción parecida se produjo el 1 de octubre de 1992, cuando la FIFA anunció la expulsión de Yugoslavia de la fase de clasificación para el Mundial de EEUU 1994, como consecuencia de las sanciones contra Serbia y Montenegro que impuso la ONU por el conflicto de los Balcanes y que ya antes le había dejado fuera de la Eurocopa 92 –en la que Dinamarca, que ocupó su plaza, se proclamó campeona, por cierto–.

Las federaciones de Inglaterra, Albania, República Checa, Dinamarca, Irlanda, Polonia, Noruega, Escocia, Suiza, Suecia, Francia y Gales habían anunciado que no se enfrentarían a Rusia en ningún caso.

La Real Federación Española de Fútbol (RFEF), por su parte, ha esperado a pronunciarse hasta que la FIFA y la UEFA han hecho su anuncio. La entidad que preside Luis Rubiales –quien a su vez es vicepresidente de la UEFA–  ha emitido un comunicado en el que expresa su «firme apoyo» a esas decisiones.

El Comité Olímpico Internacional (COI) había optado por ese boicot contra Rusia para «proteger la integridad de las competiciones deportivas mundiales y la seguridad de todos los participantes», según un comunicado [en inglés] de la Comisión Ejecutiva del organismo.

El COI explica que su deseo es «no castigar a los deportistas por las decisiones de su gobierno si no participan activamente en ellas», pero ha matizado que «la actual guerra en Ucrania pone al movimiento olímpico en un dilema». «Mientras que los deportistas de Rusia y Bielorrusia podrían seguir participando en competiciones deportivas, muchos deportistas de Ucrania se ven impedidos de hacerlo debido al ataque a su país», esgrimía el organismo.

El viernes, un día después de la entrada de tropas rusas en Ucrania, la UEFA ya decidió que San Petersburgo no acoja la próxima final de la Champions. El organismo que dirige Alexander Ceferin ha ido un paso más allá este lunes al anunciar también su ruptura con Gazprom, el gigante energético ruso, que lo patrocinaba desde 2012. La agencia France Presse estima que ese acuerdo, que se extendía hasta 2024, le reportaba 40 millones de euros anuales a la UEFA.

La FIFA, por su parte, había demorado hasta el domingo su primera decisión sobre el asunto, hasta que anunció que obligaría a Rusia a jugar sus partidos en un país neutral, sin público, ni himno ni bandera y con otro nombre. Pero menos de un día después ha escalado sus sanciones exponencialmente.

Varios países europeos, entre ellos España, han abogado porque la UE acuerde la exclusión de Rusia de todas las competiciones deportivas.

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