Semifinales NBA: Bucks y Warriors comienzan ganando de visita

Sin Middleton, Milwaukee jugó un partido soberbio y completo y destrozó a los Celtics, en tanto Golden State justificó las predicciones y ganó en Memphis, pese a que sufrió la expulsión de Green.

Se iniciaron las semifinales de conferencia en la NBA y los dos primeros juegos se realizaron ayer domingo, en tanto los otros dos se disputan este lunes y los visitantes comenzaron pegando fuerte.

Después de ver una primera ronda donde Boston aplastó a un candidato a campeón como Brooklyn como si fuera una mosca molesta (4-0), y de conocer que Milwaukee no tendría a Khris Middleton por lesión en la serie, no era ilógico creer que Boston arrancaba con una ventaja mayor que la sola localía.

Sin embargo, lo que nadie podía medir antes de este cruce era el efecto anillo que estos Bucks tienen encima. Después de coronarse el año pasado tras un par de años de expectativas no cumplidas, Milwaukee jugó el partido del que se siente campeón. Aunque el año haya sido irregular, aunque no hayan peleado por el 1 del Este, aunque incluso perdieran un último juego que todo hizo sospechar que fue para evitar a los Nets en primera ronda.

La realidad es que Milwaukee fue a Boston al juego 1 a tirarle sus pergaminos en la cara. Le costó unos 7 minutos ponerse en sintonía defensiva (12-19), pero cuando lo hizo, clavando 3 triples consecutivos sobre el final del primer cuarto, tomó el control y no lo largó más.

Sin Middleton, ofensivamente repartió mucho más el goleo, sabiendo que Giannis tendría sobreatención, pero aparecieron varios, sobre todo con triples: Portis, Conaughton, Allen, Matthews… entonces Giannis pudo tener más espacio y también él desequilibrar con sus penetraciones al cesto.

Milwaukee le contestó además con su propia medicina a Boston, el equipo al que muchos catalogan como el mejor defensivamente en la NBA. Los Bucks dejaron a los Celtics en un paupérrimo 33% de cancha (28/84), lo mató en los rebotes (66-54), lo hizo perder 18 pelotas pero, lo más importante, lo hizo dudar de sí mismo, algo que ahora tendrá que ver cómo revierte. Milwaukee le hizo sentir que ellos son mejores. Tatum fue una sombra pese a sus 21 puntos (6/18 de cancha) y el resto la pateó.

En el tercer cuarto, los Bucks sacaron 12, y provocaron la mayor reacción del local en la segunda mitad, aplacada con un furioso parcial que puso a Milwaukee 92-75 arriba. No había más que hacer. Boston intentó algo más, pero se dio cuenta que hoy no iba a encontrar la solución, por lo que se resignó y dejó que el final le llegara pronto, para olvidarse de este domingo. Es solo una derrota, pero quizá también más que eso. Una cuestión de confianza.

Por su parte, era un hermoso duelo para ver el del segundo turno de ayer, entre los Warriors cada vez más recuperados tras todos los problemas de lesiones sufridos en el año, y los Grizzlies con el primer desafío grande para esta camada, tras complicarse bastante contra Minnesota en la primera ronda. Y era, además, Curry vs. Morant.

Memphis podría decirse que superó la prueba, más allá de la derrota 117-116, porque compitió todo el partido, tuvo la bola del triunfo, le puso una enorme energía al juego (quizá demasiada al principio, y se quedó sin nafta), Morant arrancó desorbitado (14 en el primer cuarto) y, si bien acusó la falta de experiencia en estos momentos, estuvo a la altura.

De hecho, llegó a estar 13 puntos arriba en el segundo cuarto (42-29), cuando los Warriors le metieron un parcial de 10-0 sin Curry en cancha, pero con Poole mostrándose como el posible gran tapado de estos playoffs. Iigualmente, GSW no pudo completar la remontada, Memphis volvió a recuperar el control del juego, y se encontró con un regalo al final del segundo cuarto: la expulsión de Draymond Green por flagrante 2, quizá un tanto exagerada.

Era una buena oportunidad para despegarse, pero ocurrió el efecto contrario. Los Warriors se abroquelaron, Curry metió 10 puntos seguidos, Poole una bomba y sacaron 5 a favor (76-71). De ahí hasta el final fue una auténtica guerra, porque Golden sacó 10 con una ráfaga de Poole (103-93), pero Memphis le contestó con un 9-0 para volver al partido.

Los dos últimos minutos fueron para el infarto. Memphis se adelantó dos veces por dos, se equivocó cuando pudo quebrarlo y eso, contra los Warriors, es imperdonable. Klay Thompson metió la bomba del partido faltando 36s y ya no hubo más conversiones. Morant tuvo la última para ganar, pero su bandeja de zurda fue muy forzada y se fue larga. Poole, con 31 puntos, 9 rebotes y 8 asistencias, fue la figura. Morant hizo un partido de MVP: 34 puntos, 10 asistencias y 9 rebotes, pero le faltó la última.