Toda comunidad tiene sus héroes, desde grandes guerreros con estatúas gigantes; personas que cambiaron el mundo, dueñas del nombre de grandes avenidas; y cómo no, deportistas ganadores de las competencias más impensadas e inspiradoras, que los vinculan para siempre con un equipo, una ciudad o un país, y claramente Ancud tiene su capítulo dorado.

Para eso hay que recordar al Deportes Ancud del 87 y 89, que logró la tremenda hazaña de ganar la Dimayor en dos ocasiones, y aunque han pasado más de 30 años, siguen siendo el orgullo de la ciudad, transformado a sus partícipes de basquetbolistas a héroes locales.

Pero para comprender toda esta historia, hay que rememorarnos a los inicios de 1987.

Luis Caco Suarez, Hernán Low, Hermo Somoza, Julio Córdova y el paramédico José Sandoval – 1987 /Créditos: Básquetbol Ancuditano del Recuerdo.

El nacimiento de Deportes Ancud

En la década de los 80’s, Ancud tenía varios equipos compitiendo al más alto nivel en la Liga Sur: Seminario, Transmarchilay y Chilolac, habían participado en diferentes ediciones de dicha competición, en algunas coincidiendo.

Sin embargo, había una idea que rondaba dentro de los clubes de la ciudad, participar de la Dimayor, la liga nacional de Chile.

El primer club en ser aceptado fue Chilolac, que lo consiguió tras largas reuniones por el comité organizador. Todo estaba listo, pero la caída por parte de uno de los financiadores, que entregaba el 50% del presupuesto hizo que se complicara la situación.

En base al contexto que se estaba viviendo, se decidió buscar otras alternativas, y una de ellas fue abrirse a la comunidad.

Heriberto Diaz, dirigente de Chilolac, lo recuerda así, “nuestros dirigentes estaban en Santiago peleando. Especialmente con dirigentes que no querían por ningún motivo venir para acá”.

“Ingresamos a la Dimayor y en eso ya estamos dentro de la gran noticia. Y el gerente de Chilolac se echa para atrás. Yo convoqué una reunión. Nos juntamos en un local ahí en el centro como 25 socios especialmente de la cooperativa. Y de repente alguien se le ocurrió la cuestión ‘porque no lo abrimos la comunidad y le colocamos Deportes Ancud’ ahí mismo conversamos como dos horas y llegamos acuerdo”.

Tras eso se dio nacimiento al Club Deportes Ancud, club que debutó en la Dimayor, unificando el apoyo e hinchada ancuditana en una sola institución.

Recorte del Diario Austral / Créditos: Heriberto Diaz.

Conformación del plantel

El equipo contó con un presupuesto muy elevado para la época, el cuál alcanzó los siete millones de pesos. Un apoyo muy importante fue el de la empresa American Seafood.

Con los montos claros, se empezó a conformar el equipo, comenzando por el DT, Luis Pérez, quien fue el encargado de escoger y contactar los jugadores.

Una de las labores más complicadas fue completar el cupo de extranjero, porque los equipos de la Dimayor ya habían movido sus fichas en dicho apartado, por lo que tuvieron que contactar a Harold Jones, ya que se encontraba sin club tras sus pasos en clubes de Valparaiso y Temuco.

El equipo finalmente fue conformado por Luis Suárez, Germán Mienert, Hernán Low, Harold Jones, Bilibaldo Lipski, Hermo Zomosa, Julio Córdoba, Héctor Henríquez. Claudio Zamora, Nelson Trautman y Rubén Oyarzún.

La mayoría del equipo titular eran foráneos, mientras que los jóvenes le dieron identidad sumado a la presencia de Caco Suárez, un histórico.  

Suárez, Mienert, Low, Jones, Lipski, Somoza, Córdova, Henriquez, Zamora, Trautmann y Oyarzún. 1987 / Créditos: Básquetbol Ancuditano del Recuerdo.

Inicio de la Temporada 1987

En la Dimayor 1987 participaron 15 equipos, donde el primero de la temporada regular se clasificaba directo a la final, mientras que del segundo al quinto disputarían una liguilla para definir al segundo finalista.

En la fecha seis de competición Deportes Ancud se mantenía como el único equipo invicto de la competencia, marcando lo que fue un gran inicio en su temporada debut.

“Creo que terminamos segundos, después de la Católica en la primera rueda. Bueno, los tipos decían que estos viejitos eran después de la primera rueda, y la segunda rueda seguimos ganando”, recordó Hernan Low, uno de los puntales en esa campaña.

Ancud se mantuvo firme en los primeros lugares, quedando invicto de local durante la temporada regular y peleando hasta los instantes finales el cupo directo a las finales.

Finalmente habría un cuádruple empate con 50 puntos en la tabla, dejando como finalista directo al tetracampeón del certamen, Universidad Católica, por diferencia de puntos.

Los clasificados a la liguilla fueron: Petrox, UDE Temuco, Deportes Ancud y Malta Morenita, en dicho orden. La sede del cuadrangular final fue Ancud.

En el cuadrangular, el elenco ancuditano logro sacar ajustadas victorias frente a UDE Temuco por 82-81 y ante Petrox por 83-79, lo que los dejaba muy cerca de alcanzar el objetivo.

Solo quedaba vencer a Malta Morenita, en el papel, el rival más asequible de la competencia. Y el triunfo se dio sin complicaciones, una victoria por 90 a 79 y sin mayores complicaciones, inscribiendo su nombre en el duelo decisivo.

Hermo Somoza, jugador de Deportes Ancud, en la final contra Universidad Católica. 1987 / Créditos: Básquetbol Ancuditano del Recuerdo.

La gran final

La ciudad se paralizó ante la histórica clasificación a la final de la Dimayor, la gloria estaba a solo una llave de distancia.

Las y los ancuditanos vivieron de manera apasionante esa gran final, algunos acompañaron al equipo a Santiago, también se veía las entrevistas del extinto Zoom Deportivo, clásico programa deportivo de TVN, al igual que las radios locales fueron otra vía importante de conexión.

“La primera final jugada en Santiago, la viví desde la casa con los informes de la Televisión Nacional de Chile, pero sobre todo la radio escuchando en los medios de la radio San Carlos y también compaginar algo en la radio Estrella del Mar”, rememoró Johann Herrera, autor del libro Ciclo Dorado de Deportes Ancud.

Por su parte, en la previa, Hermo Somoza, quien fue invitado al Zoom Deportivo palpita la final y mencionó que, “la experiencia y la presión que ejercemos en casa es fundamental para que los rivales bajen su desempeño, estamos preparados para enfrentar el ritmo de Universidad Católica y queremos ganar y si es posible cerrar en Ancud”.

Un hecho poco visto, un equipo debutante del sur de Chile, de Chiloé, rasguñaba la gloria, pero en el frente tenía al todo poderoso Universidad Católica, elenco que marcó dinastía en el baloncesto chileno de los 80’s.

Luis Pérez, DT del Deportes Ancud campeón 1987 y 1989 / Créditos: Básquetbol Ancuditano del Recuerdo.

El primer partido tuvo el gran primer golpe, Ancud venció de visita a la Universidad Católica por 76 a 79 y se perfilaba para cerrar la llave en la isla, en lo que se proyectaba como una fiesta.

Pero un gran planteamiento táctico por parte de Miguel Ureta, logró darle las riendas del partido a los cruzados que vencieron por 79 a 87, la llave se fue a un tercer partido.

El último encuentro se disputó en el Coliseo Municipal de Valdivia, donde cientos de ancuditanos llegaron para acompañar a su equipo en el partido decisivo.

¿La clave? El cambio del esquema defensivo, en el cual se cambió la presión al hombre, por una zona con los tres hombres grandes abajo del aro, algo importante para detener al extranjero de los “Cruzados”.

El partido terminó 77-66 y con eso Ancud levantó su primera corona en la Dimayor, en la ciudad todo era un carnaval.

“Se le ganó a la Católica allá en Valdivia, se salió campeón. No volvimos al otro día en la mañana y había gente esperándonos en Chacao, y la plaza llena” comentó German Mienert, uno de los jóvenes ancuditanos que era parte del equipo.

El trayecto de Valdivia a Ancud estuvo marcado por las celebraciones de la gente en distintas partes del camino, un triunfo al centralismo se podría decir.

La ciudad en ese momento se volvió eufórica, digna de una admiración de características “maradonianas” por sus héroes, celebraciones que concluyeron con una gran reunión en la plaza de la ciudad.

Imágenes de la televisión / Créditos: Básquetbol Ancuditano del Recuerdo.

Dimayor 1988

En la Dimayor 1988, Deportes Ancud mantendría a todo su plantel, solo integrando a David San Martín, el resto del equipo se mantuvo igual.

A diferencia del año pasado, ahora los cuatro primeros de la liga clasificarían a una liguilla donde se definiría al campeón.

Deportes Ancud cosechó una tremenda temporada quedando primero en la tabla de la fase regular, pero lamentablemente en la liguilla no pudo mantener el buen rendimiento, quedando último.

Igualmente durante esa temporada los “Celestes” no pudieron participar en Sudamericano de Clubes Campeones realizado en Venezuela, debido a desinteligencias dirigenciales.

Hermo Somoza atacando el aro. 1987 / Créditos: Básquetbol Ancuditano del Recuerdo.

Temporada 1989, en busca de la segunda corona

Deportes Ancud, en el Hotel Villa del Rio Valdivia, antes de ir al Coliseo a disputar la gran final. (De izquierda a derecha) De pie: Hermo Somoza, Marcelo López, Germán Mienert, Harold Jones, Alejandro Krinfokai y Hernán Low. Agachados: José «Pilin» Sandoval, Claudio Montealegre, Raúl Klener, Claudio Zamora, Hector «Coco» Henriquez, Ramon Muñoz, Julio Córdova y Roberto Ruiz / Créditos: Básquetbol Ancuditano del Recuerdo.

Para afrontar la nueva temporada el equipo presentó algunos cambios en el plantel, salieron Wibaldo Lipski, Luis “Caco” Suárez y David San Martín e ingresaron al equipo, Alejandro Krinfokay, Marcelo López y Claudio Zamora.

Un año distinto pues la pesquera que financió al equipo dejó de hacerlo, un momento complicado, bien lo sabe Hernán Low, quien explicó lo siguiente: “con el “Chino” Somoza fuimos a buscar socios, una cuestión muy triste, pero el Chino me djio ‘que aperremos’. Cambiaron las condiciones el año anterior viajábamos a buenos hoteles, ahora el ‘Chino’ Somoza y yo organizábamos la salida, las comidas”.

Deportes Ancud comenzó de buena forma el año 1989, previo a la Dimayor se desarrolló la Supercopa de Campeones, que ganó Ancud en un cuadrangular y la Copa Digeder, dichas competencias ya le habían dado ritmo al equipo y afianzaron el funcionamiento de los fichajes.

Pero en la quinta fecha el equipo sufrió un duro golpe, la lesión del capitán, Julio Córdova.

Fue en el duelo ante Sportiva Italiana, donde en un choque fortuito con Broxton, sufrió la ruptura del tendón de Aquiles izquierdo total, “voy a volver para ser campeón”, declaró en la revista “Cestos” después de la lesión.

Al final de la fase regular, Deportes Ancud quedó tercero de la competencia, los otros siete cupos de la liguilla fueron ocupados por UDE Temuco (primer lugar), Naval (segundo lugar), Club Deportivo Valdivia (cuarto lugar), Petrox (quinto lugar), Español de Talca (sexto lugar), Universidad de Concepción, (Séptimo lugar) y Banco Estado (octavo lugar).

Para esta nueva etapa del torneo regresó de su lesión Julio Córdova. Los partidos se jugaron al mejor de tres, en el primer encuentro los ancuditanos cayeron por 86 a 83 en un apretado encuentro. Sin embargo, fue ampliamente superior en los otros dos encuentros, ganando por 99-78 y 102-82, inscribiéndose en la siguiente etapa.

En las semifinales el equipo ancuditano enfrentó a Español de Talca, uno de los equipos sorpresa de las post temporada que venía de eliminar al poderoso Naval.

Los de la Región del Maule comenzaron ganando por 73-71 en el primer partido, el segundo encuentro fue triunfo para los ancuditanos por 84-65, que llenaba de confianza para el tercer encuentro.

El último duelo fue muy ajustado, pero finalmente la experiencia de los ancuditanos prevaleció y cerraron el partido en un 73-71 que los dejó instalados en la final.

A por el segundo título Dimayor

La final se veía como un partidazo, dos de las plazas más importantes para el básquetbol nacional enfrentándose por el título de la Dimayor, Ancud vs. Valdivia.

El primer duelo se disputó en Ancud, siendo un triunfo absoluto para los ancuditanos que controlaron todo el encuentro, cerrando el partido por 84 a 69.

El segundo partido traía una plaza conocida por el conjunto ancuditano, el Coliseo Municipal de Valdivia, donde ya habían levantado la copa en 1987.

El partido contó con una gran presencia de hinchas que llegaron desde la isla, y fue mucho más cerrado que el primer duelo.

Deportes Ancud versus Club Deportivo Valdivia – 1989.

Sin embargo, lograron finiquitar el partido por 74-77 levantando la histórica segunda corona para el conjunto ancuditano.

En entrevista con el Diario Austral de esa época, Hermo Somoza enfatizó que, “este triunfo fue difícil, pero las cosas siempre tienen valor cuando se consiguen de esta forma. Lo principal era ganar y así lo hicimos para felicidad de todos nosotros y de esta hinchada maravillosa que vino con grandes refuerzos a apoyarnos”.

Con se marcó el momento más importante el básquet profesional de Ancud, con dos estrellas que se alzaron en un cielo más celeste qué nunca. Esta fue la historia de como un pequeño pueblo demostró que vibraba y respiraba básquetbol, la historia de como hinchas y jugadores remaron juntos, una historia de épica, de película, pero con un guion escrito en la Isla Grande Chiloé.

Plantel de Deportes Ancud celebrando la corona del básquetbol chileno en 1987 en la plaza de la ciudad.

En memoria de Heriberto «Pellico» Díaz Lipski (1955-2022).

Autores: Marco Oyarzún Navarro y Alén Norambuena Cáceres.

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