Tour de Francia: Wout Poels se luce en Mont Blanc y gana la etapa 15
Vingegaard y Pogacar posponen la batalla, pues los favoritos entraron juntos en meta, sin hacerse daño en el Mont Blanc, donde Carlos Rodríguez se confirmó en la 3ª posición
Wout Poels (Bahrain) se estrenó el Tour de Francia por todo lo alto: coronando el Mont Blanc en solitario y con más de un minuto de ventaja sobre el segundo, su tocayo van Aert. Pogacar (UAE) y Vingegaard (Jumbo) volvieron a probarse, pero la gran defensa del danés le volvió a abrazar al maillot amarillo una jornada más. Se pospone la batalla hasta el martes, en una crono individual que podrá ser decisiva.
Los Alpes se despidieron del Tour con tres cotas (dos de 1ª) para terminar de exprimir a los corredores antes del último ejercicio alpinístico: el ascenso por el muro de Amerands, considerado de 2ª categoría pese a sus casi 3 kilómetros al 10% como preludio del final al Mont Blanc (7 kilómetros con pendientes del 7,7% de media). Era el jefe final del La Grande Boucle donde Pogacar y Vingegaard se citaron para su tercer round en la montaña… Pero no el último.
Etapa propicia para fugas valientes, los dos equipos que lideraban la general dieron libertad a sus gregarios para que pelearan por la jornada y a ello que se pusieron Marc Soler (UAE), intentando continuar con el idilio español en el Tour, y van Aert (Jumbo), que quería ganar algo de protagonismo tras varias jornadas opacado por el líder.
También estaba Wout Poels en el trío de cabeza. Precisamente, el neerlandés fue el que dejó en la estacada al belga en las primeras rampas de Amerands. Soler no rodaba lejos, pero le terminaron fallando las fuerzas tras haber peleado con honor.
Poels se exhibió en solitario en las temibles rampas del Mont Blanc, dejó seco a van Aert, coronó el puerto y se apuntó, por fin, su primera victoria en una vuelta grande.
Y llegaron los esperados movimientos en los favoritos. Kuss se retiró dejando sólo a su líder junto a Pogacar y a rueda de Adam Yates. El esloveno no entró en el truco de Yates, que arrancó para intentar el movimiento del UAE. No, el esloveno se quedó bien pendiente del Vingegaard que es donde estaba su cabeza.
Carlos Rodríguez hizo su carrera, sin querer entrar al juego de los ‘intocables’. Y, sin querer, acabó rodando junto a ellos dejando otra imagen para la historia y la esperanza española.
Pogacar rompió cuando parecía agotado con un cambio del ritmo al que Vingegaard se sumó sin levantarse del sillín. La defensa fue el mejor ataque del danés, que se sabía conocedor de su ventaja de 10” y se abrazó a ella hasta cruzar la meta junto a su máximo competidor. El martes, en la crono, vuelve la batalla.
La exhibición de Carlos Rodríguez le confirma en la tecera posición de la general a 19″ de Adam Yates. Uno de los grandes cambios de la jornada, porque la entrada de Vingegaard y Pogacar juntos en la meta del Mont Blanc les sigue dejando con la misma diferencia: a 10″.