NBA: Finalista del Oeste se define en un séptimo partido

Minnesota secó a los Nuggets para forzar el juego 7 tras vencer 115 a 70 y empatar la serie 3 a 3 y todo se define en Demver

Los Timberwolves jugaron un excelente partido de local, vencieron a Denver por 115 a 70 y empataron la serie 3 a 3. Anthony Edwards fue el goleador del encuentro con 27 tantos.

Minnesota jugó un estupendo partido de principio a fin para quedarse con el sexto juego de la serie de las semifinales del oeste y mandar todo a un partido 7 en el que será ir a matar o morir. Edwards con 27 puntos y McDaniels con 21 fueron los goleadores del conjunto vencedor. No obstante, el gran baluarte de los dirigidos por Finch fue la defensa que le permitió a Denver convertir solo 70 tantos.

Esta es una victoria sin precedentes desde varios puntos de vista: es la mayor ventaja para los Timberwolves en Playoffs, es la peor desventaja para los Nuggets y sobre todas las cosas, es el déficit más grande para un campeón defensor en la historia de la postemporada.

Terribles 45 puntos de diferencia en favor de Minnesota que son muestra del cambio de cara que tuvieron. Pasaron de ser sometidos durante tres partidos consecutivos ante el equipo de Malone a dominarlos desde que arrancó el juego y metieron un parcial de 20 a 0 para ponerse encima por 22 a 9.

Es que el partido se desarrolló de esa manera; grandes parciales y un dominio total de los Timberwolves en defensa. Le marcaron la cancha rápido a Jokic con su dupla de interiores y apagaron a jugadores como Gordon que metió 12 puntos, Jamal Murray con 10 y Porter Jr con 9.

Anthony Edwards marcó el ritmo del partido con una enorme primera mitad y terminó el juego con 27 puntos. Además, Jaden McDaniels, quien aportó 21 tantos, tuvo su mejor encuentro de la serie. El local ni siquiera necesitó de una gran noche de Karl-Anthony Towns: el dominicano acabó con solo 10 unidades.

El próximo domingo se jugará el séptimo y último partido y hay que mantener la calma. Esta serie demostró que puede cambiar de un momento a otro y este partido, si bien es un empujón anímico para los de Finch, no significa que el campeón se va a ir sin pelear.