NBA: Dallas evitó la barrida al golear de local 112-84 a Boston
Los Celtics no fueron ni la sombra de los primeros 3 partidos y fueron aplastados por Dallas, que tuvo a Luka intratable en la primera mitad y la serie queda 3-1.
La cercanía del final de la temporada, y con barrida, no era una alternativa que le causara demasiada gracia a unos Mavericks que, habiendo hecho una gran campaña, sobre todo en los playoffs, creían no merecer un 0-4 sin chances ante el mejor equipo de la 2023/24, Boston Celtics. Y esa era la imagen que había quedado tras 3 partidos, donde Boston dominó con excesiva claridad.
Por eso Dallas, una vez más, salió como para dar un golpe en la mesa, sobre todo con más energía en ataque, tomando más riesgos defensivos, permitiendo algunos tiros apostando a una baja puntería de Boston y, sobre todo, esperando que los Celtics bajaran en algún momento de la serie su producción.
Y en el arranque de este juego 4 se vio cómo Boston no estaba con la misma energía de los partidos anteriores, aunque eso no significaba demasiado luego de solo 12 minutos. Allí, Doncic (13) y Kyrie (9), volvieron a ser el eje central de Dallas, pero en el final del cuarto recibieron una ayuda impensada de Lively (hasta metió un triple), y más energía de la banca con Green y Exum.
No era hasta ahí algo gravitante, pero sí un aliciente. Boston, extrañamente bajo en despliegue, tampoco encontró el aro durante un rato largo, con muy bajos porcentajes de cancha (alguno quizá mérito de Dallas, pero la mayoría bien tirados), y también muy concentrado ofensivamente en Tatum y Brown. La sensación era de liviandad. El 3-0 que inconscientemente hace su trabajo.
Después del 34-21 del primer cuarto, ambos entraron en un pozo ofensivo, hasta que Luka volvió a juntar aire (parece exhausto desde el minuto 1, seguramente por los dolores que acarrea en rodilla, tobillo y costillas), y otra vez con penetraciones a puro empuje y algún tiro de midrange, logró estirar la diferencia a 20 (45-25), nuevamente con buen protagonismo de Exum.
Boston, ante sus paupérrimos porcentajes de cancha (11/37 de campo, incluidos 5/19 triples), empezó por momentos a doblar las penetraciones del esloveno y así también surgieron los receptores para los pases de Luka. El cierre de cuarto fue un concierto de Doncic y la diferencia se fue a la máxima, 26, con un score impensado: 61-35.
Boston tampoco salió a la cancha en la segunda mitad, al contrario. Potenció sus problemas, siguió tirando muy mal y además reforzó uno de los principales defectos mostrados en la primera parte: el rebote. Dallas lo duplicó gran parte del tiempo y eso mucho tuvo que ver con la diferencia, porque tuvo segundas opciones seguidas, sobre todo con Lively. Dallas sacó pronto una ventaja inusual, 75-42 (33), que se siguió estirando hasta los 38 demasiado rápido.
El último cuarto (y parte del tercero), sobró. Boston tenía la cabeza en otro lado y Dallas se sacó la mochila de no poder ganar en estas finales. Lo hizo con una actuación convincente, a la medida de lo que había hecho en estos playoffs. Doncic fue el mejor de la cancha con 29 puntos y Kyrie terminó siendo otra vez su gran socio, con 21. El final fue 112-84 para Dallas. Serie 3-1 y quinto juego en Boston el próximo lunes 17.