Tour de Francia: Biniam Girmay vence al sprint la tercera etapa 3 y Richard Carapaz es líder

El eritreo es el primer ciclista del África negra que gana una etapa del Tour y Carapaz el primer ecuatoriano de amarillo

Dos cosas nunca vistas antes han sucedido en el mismo día, en la misma etapa. En la etapa 3 del Tour de Francia ha vencido un corredor nacido en el África Negra, Biniam Girmay (Intermarché-Wanty), y se ha enfundado el maillot amarillo un corredor ecuatoriano, Richard Carapaz (EF).

Ambos corredores se vieron inmersos en la primera llegada masiva para grandes velocistas de esta 111ª edición. Ahí el eritreo del Wanty se impuso a los más rápidos. Segundo fue el colombiano Fernando Gaviria (Movistar) y tercero Arnaud De Lie (Lotto).

Carapaz, 14º en meta, apretó los dientes cuando el miedo a la caída hace mella y eso le ha granjeado el premio de convertirse en el nuevo líder de la carrera. Mantiene los mismos tiempos que Pogacar, Vingegaard o Evenepoel, pero su ascenso en la clasificación por puntos le aúpan al amarillo. El de Carchi ya había vestido en su carrera la maglia rosa del Giro y el maillot rojo de la Vuelta.

La tercera jornada ha estado marcada, muy a pesar de los aficionados, por el aburrimiento. Nadie intentó ni tan siquiera montar una escapada en más de 150 kilómetros.

La etapa era la más larga de esta ronda gala, casi 230 kilómetros prácticamente llanos, y nadie se atrevió a discutir el favoritismo de los sprinters para asignarse una victoria de etapa.

El único que lo probó fue el francés Fabian Grellier (Total Energie), a 66km para la meta. Fue atrapado por el gran grupo, del que tiraban equipos como el Alpecin, Jayco o Lidl-Trek.

Al ritmo marcado por estos equipos, la etapa se abocó a los últimos metros, en el Corso Galileo Ferraris, en el corazón de Turín.

Sufrió una caída el danés Casper Pedersen (Soudal), pero por fortuna solo hubo que lamentar esa caída. Los últimos 15 kilómetros estuvieron trufadas —nunca mejor dicho en una región que siente devoción por ese hongo— de estrechamientos y rotondas.

Un pinchazo fue lo que sufrió Mathieu Van der Poel, a falta de 4 kilómetros. Esto le apartó de participar en el trabajo en favor de su compañero Jasper Philipsen, aunque también le evitó el verse envuelto en una caída en la que se fueron al suelo sus compañeros a 2km de meta.

Este martes la carrera francesa vivirá su primera jornada de alta montaña, con una etapa de 139,6 kilómetros entre Pinerolo y Valloire, y que tendrá en su recorrido el temible Col du Galibier, de más de 19 kilómetros y cuya cumbre está a menos de 20 kilómetros para la meta.

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