Copa Davis: Australia pasa por encima de República Checa por el grupo B
Thanasi Kokkinakis se revela como un hombre imprescindible para el equipo de Leyton Hewitt
Australia está prácticamente clasificada para las Finales de Málaga y de una manera sorprendente: el hecho que le permitió asegurar el triunfo 2-0, y en consecuencia la serie, frente a Chequia fue que el partido de Alexei Popyrin sobre Tomas Machac duró apenas 6 minutos. El checo debió retirarse por lesión cuando solo se había jugado un juego del primer set en la Fase de Grupos de las Finales de Copa Davis 2024.
Ni el propio Popyrin daba crédito a la situación cuando Machac hizo el gesto de que no podía continuar. El día anterior, en el partido ante Carlos Alcaraz, también debió retirarse por lesión en el inicio del tercer set. “Esto no es algo bueno, obviamente. No sé cómo describir lo que pasó hoy, me siento muy triste. Es un momento duro para mí y el equipo. Hoy me desperté y mi pierna derecha era un desastre total. El dolor es en el tendón de Aquiles”, fue la explicación de Machac tras el partido. No quedaba mucho más que analizar para lo que fue uno de los partidos más cortos de la historia de la Copa Davis.
Pero antes, hubo alguien que está demostrando que es más importante de lo que muchos creían: Thanasi Kokkinakis. Llamado casi a último momento para integrar el equipo, fue el encargado de abrir la serie ante Francia con triunfo que abrió el camino. Y frente a Chequia, otra vez impuso sus condiciones ante el joven Jakub Mensik, presente en lugar de Jeri Lehecka, quien se levantó con fiebre y debió quedarse en el hotel. Fue 6-2, 6(2)-7 y 6-3 para el australiano.
Aunque primero tuvo que sufrir. “Podría haber sido un partido más frustrante de lo que fue”, relató el nro. 78 del mundo. Lo dice porque cuando estaba 6-5 y con su saque para terminar el trámite, no supo cómo resolverlo. Mensik quebró y luego se quedó con la segunda manga en el tie-brek.
Ya en el tercer set, Kokkinakis no sintió el golpe, se recompuso y trabajó sobre el saque de su rival. En el sexto juego consiguió el quiebre que luego supo revalidar para ponerse 5-2 y quedar ya un paso de la victoria. “Es algo grandioso poner dos puntos sobre la mesa para Australia. Gracias a Lleyton por confiar en mí y darme la oportunidad cuando cualquiera podría haber jugado”, describió un feliz “kokks”.
Ya en el cierre, el dobles fue un trámite para Australia. Otra vez conformado por Matthew Ebden/Max Purcell y con la serie sentenciada, tuvieron un juego sin fisuras ante Jakub Mensik/Adam Pavlasek: 6-4 y 6-2 en exactos 60 minutos de partido. Diez veces el número de minutos que hicieron feliz a Hewitt.