NBA: Dikembe Mutombo, legendario pívot de los Nuggets, muere a los 58 años
Falleció por un cáncer cerebral el pivot que es considerado uno de los mejores defensores de la NBA, ganó 4 premios al Defensor y es Hall of Fame.
Hace un tiempo que venía peleando con problemas de salud y finalmente este lunes 30 de septiembre, falleció Dikembe Mutombo. El africano tenía 58 años y murió por un cáncer cerebral. El interno fue uno de los mejores defensores de la historia de la NBA y en su carrera en la liga estadounidense, pasó por los Nuggets, los Hawks, los Sixers, los Nets, los Knicks y los Rockets.
El pivote africano fue considerado uno de los mejores defensores de toda la NBA, alzándose con cuatro premios a Mejor Defensor del Año, ocho presencias en el All Star, ocho en el Mejor Quinteto Defensivo. Por otra parte, Mutombo fue uno de los taponadores de toda la historia de la NBA, habiendo logrado 3289 tapones a lo largo de su trayectoria, sólo por detrás de otro histórico como Hakeem Olajuwon.
Mutombo había sido elegido en el draft de 1991 en la cuarta posición del draft por los Nuggets. Además de su gran carrera como jugador, fue un férreo luchador en contra del racismo, sufriendo en carne propia algunos hechos, siendo el más recordado uno en 2006 en un partido de exhibición ante Orlando Magic.
En 2015 los Hawks retiraron su dorsal número 55 y dos días después, el 11 de septiembre, fue introducido al Salón de la Fama de la NBA. Tras conocerse su muerte, Adam Silver, comisionado de la liga estadounidense, se expresó en las redes sociales y comentó: “Dikembe Mutombo era simplemente más grande que la vida misma. En la cancha, era uno de los mejores bloqueadores de tiros y jugadores defensivos en la historia de la NBA. Fuera de la cancha, entregaba su corazón y alma a ayudar a los demás”.
Luego, agregó: “No había nadie más calificado que Dikembe para ser el primer Embajador Global de la NBA. Era un humanitario por naturaleza. Amaba lo que el baloncesto podía hacer para tener un impacto positivo en las comunidades, especialmente en su natal República Democrática del Congo y en todo el continente africano. Tuve el privilegio de viajar por el mundo con Dikembe y ver de primera mano cómo su generosidad y compasión elevaban a la gente. Siempre estuvo disponible en los eventos de la NBA a lo largo de los años, con su sonrisa contagiosa, su voz profunda y resonante y su característico movimiento de dedos que lo hicieron querer por los fanáticos del baloncesto de todas las generaciones”.
Por último, expresó: “El espíritu indomable de Dikembe sigue presente en aquellos a quienes ayudó e inspiró a lo largo de su extraordinaria vida. Soy una de las muchas personas cuyas vidas fueron tocadas por el gran corazón de Dikembe y lo extrañaré mucho. En nombre de toda la familia de la NBA, envío mis más profundas condolencias a la esposa de Dikembe, Rose, y a sus hijos; a sus muchos amigos y a la comunidad mundial del baloncesto a la que realmente amaba y que lo amaba a él”.