Abierto de Australia ATP: Jannik Sinner  es bicampeón

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Exhibición sublime para revalidar el título del italiano que inclina la balanza de su lado ante el alemán Alexander Zverev en tres set

Jannik Sinner cumplió con los pronósticos desde el día uno y se coronó en el Abierto de Australia por segundo año consecutivo. El italiano desplegó toda su jerarquía en la final para doblegar a Alexander Zverev con un marcador de 6-3, 7-6 (4) y 6-3.

En el majestuoso escenario del Australian Open, dos titanes del tenis se preparaban para un duelo épico. Jannik Sinner (1°) y Alexander Zverev (2°) pisaban fuerte en el Rod Laver Arena para llevar a cabo el último desafío que proporcionaba el primer Grand Slam del año.

El italiano de 23 primaveras llegaba para defender su corona y aspiraba a ganar su tercer Major, tras conquistar el US Open 2024. Zverev, a sus 27 años, buscaba su primer título de Grand Slam, anhelando inscribir su nombre en la eternidad del deporte. El historial entre ambos favorecía al alemán, con cuatro victorias sobre dos del italiano. Sin embargo, Sinner venía acompañado de una racha de 20 triunfos consecutivos, demostrando una forma sublime.

El asalto inicial presentó un sólido comienzo de los protagonistas, quienes se mostraron muy firmes en la línea de base, inaugurando sus tiros más preciados para generar los primeros compases del encuentro. Sinner sacó a relucir sus habilidades en el tercer juego y fabricó la primera chance de quiebre con un revés paralelo, pero el alemán tuvo una notable reacción, atacando la red con decisión. Zverev era dueño de un armamento pesado que generaba inquietud en el italiano, una tarea difícil de concretar para cualquier tenista. A su vez, Jannik amasaba los golpes desde el fondo, cosechando oportunidades de break y fastidiando a un Zverev que se defendía con un gran servicio.

Posteriormente, en el octavo juego, el número uno del mundo se plantó en la última línea, plasmando una variedad de tiros estelares que fueron demasiado para el alemán, y se adjudicó la primera ruptura del encuentro. Acto seguido, Sinner se hizo cargo del saque, forjó una defensa inquebrantable y encadenó cuatro puntos para quedarse con el primer set por 6-3.

La segunda manga tuvo un comienzo fructífero por parte de los contendientes, la intensidad de golpes seguía siendo alta y los recursos parecían ser inagotables. En el tercer game, el tenista de San Candido llevó a su oponente al límite, obligándolo a dar lo mejor de su tenis, a lo que Zverev respondió con la jerarquía que lo caracteriza, eludiendo dos bolas de break. Sinner ejercía resistencia ante la propuesta del alemán, inhibiéndolo de ataques continuos y colocándolo en una situación incómoda, pero el número dos del mundo estaba dispuesto a todo.

Ambos jugadores supieron jugar los puntos críticos con mucha solvencia, se mantuvieron firmes en los turnos de saque y llevaron la definición al tiebreak. En el desempate, los números venían muy parejos hasta que una pelota del italiano pegó en la faja y descolocó al alemán, lo que le permitió a Sinner ocuparse de sus dos saques correspondientes para apropiarse del segundo parcial.

Con dos parciales en su poder, Jannik arrancó el tercer episodio con la misma intensidad de juego, mostrándole al alemán que la iba a tener muy difícil para revertir la situación. Más allá de las cualidades presentadas por su adversario, Sinner continuaba versátil en el ambiente, derrochando su inapelable tenis por toda la pista. Zverev empezaba a quedarse sin opciones en la contienda, no le quedaba margen de error y sufría ante cada pelota que ejecutaba el italiano. Las esperanzas del alemán se derrumbaron después de perder el saque en el sexto juego, producto de la presión ejercida por el número uno.

Luego de capitalizar la ruptura, el italiano se encargó de abastecer su tenis en el turno de servicio, oponiéndose a las exigencias de Zverev, y logró agrandar la diferencia en el score. Jugando a un nivel incomparable, Jannik Sinner volvió a dictar cátedra para sentenciar la victoria con un 6-3 decisivo, conquistando su tercer título de Grand Slam y segundo al hilo en Melburne Park.