Mundial balonmano: Croacia bate a Francia y son finalistas
Los croatas, espoleados por el Zagreb Arena, liquidan en la primera parte a los franceses y esperan en el duelo por el título al vencedor del Portugal-Dinamarca.
Después de tres ediciones seguidas sin llegar siquiera a las eliminatorias, Croacia ha tenido que regresar a casa para acariciar la gloria mundialista. La última vez que habían pisado la final del Campeonato del Mundo fue en 2009, edición que se jugó íntegramente en el país adriático (fueron subcampeones) y, ahora, 16 años después, están de vuelta en la lucha por la gloria planetaria en un torneo del que son coorganizadores.
En Zagreb, donde hace dos días remontaron épicamente a Hungría, Croacia barrió en la primera parte a Francia para asegurar un triunfo (28-31) que les hace llegar a la quinta final mundialista de su historia. Pelearán el domingo, en Oslo, con el ganador de la otra semifinal, entre Dinamarca y la sorprendente Portugal, de este viernes.
Lejos queda el oro que logró la nación croata allá por 2003, la única vez en la que han subido a lo más alto del podio. Las otras tres finales las perdieron, y en los últimos años la selección croata atravesó un desierto que ha encontrado en su casa un oasis. Espoleados por un Zagreb Arena que fue un caldero hirviente, el mejor pastor posible para el rebaño de jugadores, los anfitriones salieron a la semifinal ante la todopoderosa con ojos en la sangre.
Agresivos y rocosos en defensa, valientes y rápidos en ataque, cuidando el balón con un cariño especial, así consiguieron de salida un colchón que no hizo más que aumentar en la primera mitad. Francia, ojiplática y totalmente colapsada salvo ciertos destellos de Dika Mem, fue arrasada por una Croacia que se marchó al descanso con un abultadísimo 10-18 en el marcador.
El delirio en el Zagreb Arena, lleno hasta la bandera, era total. Se estaba pasando por encima de una hexacampeona mundial, la cual había llegado a la final del torneo en cinco de las últimas ocho ediciones. Francia, además, llegaba a esta competición con las ganas de lamerse las heridas tras la dolorosa eliminación en cuartos de final de sus Juegos Olímpicos, pero se tendrá que conformar con la lucha por el bronce.
Croacia, que ya llegó a esta semifinal con la gasolina justa después de tanto esfuerzo, acusó el cansancio en la segunda mitad a pesar de que Dagur Sigurdsson rotó en todo momento, y Francia coqueteó con la remontada durante la segunda media hora. Ni siquiera la roja a Aymeric Minne al inicio de la segunda parte perturbó a los franceses, capaces de nadar en aguas revueltas con relativa parsimonia.
Lo cierto es que Francia intimidó, pero nunca llegó a acercarse lo suficiente como para apagar los ánimos en el pabellón croata. Un espectacular Dominik Kuzmanovic se encargó de atajar un sinfín de llegadas francesas, y los anfitriones supieron sobrevivir a una renta de tres goles, la más corta de la segunda mitad, con una doble inferioridad. Junto con el guardameta de Croacia, Marin Jelinic y Zvonimir Srna, con siete goles cada uno, se erigieron como los héroes de los adriáticos, que están a un solo paso de saborear la gloria mundial 22 años después.