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CLEVELAND, OH - APRIL 20: Donovan Mitchell #45 of the Cleveland Cavaliers drives to the basket during the game against the Miami Heat during Round One Game One of the 2025 NBA Playoffs on April 20, 2025 at Rocket Arena in Cleveland, Ohio. NOTE TO USER: User expressly acknowledges and agrees that, by downloading and/or using this Photograph, user is consenting to the terms and conditions of the Getty Images License Agreement. Mandatory Copyright Notice: Copyright 2025 NBAE (Photo by David Liam Kyle/NBAE via Getty Images)

Los Cavaliers derrotaron como local 121-100 a Miami y los Warriors como visita 95-85 a Houston cerrando los enfrentamientos del domingo

Los Cavaliers ganaron por 121 a 100, pero tuvieron que dar batalla. Si bien siempre mantuvieron el control del partido, el Heat dio pelea durante casi todo el encuentro. En los últimos minutos, los Cavs se despacharon y terminaron de romper el partido, con un juego descomunal de Ty Jerome, que anotó 28 puntos, y de Donovan Mitchell, que no estuvo fino en el triple pero igual terminó con 30 unidades. En Miami, el mejor fue Bam Adebayo, con 24 tantos y 9 recobres. Davion Mitchell también fue importante para los de Florida, con 18 unidades.

Cleveland salió con todo del vestuario, se puso 14 a 5 de entrada y obligó a Spoelstra a pedir tiempo muerto. Desde ese momento, dominó Miami, que luego se puso uno abajo (16-15), y Atkinson pidió minuto. Así se desarrolló el encuentro. Las principales falencias de Miami fueron los rebotes ofensivos que permitieron y las pérdidas que cometieron. Cuando bajaron el ritmo del juego y lograron estacionar a Cleveland, sacaron provecho.

Donovan Mitchell tuvo un período en el que se iluminó y le dio la máxima ventaja a los Cavs (58-42), en conjunto con Garland y un Strus que aplicaba la ley del ex con cada triple que metía. Se volvió a despertar Miami, con Herro y Robinson castigando, y Highsmith y Adebayo defendiendo. De esta manera, lograron llegar al descanso con esperanzas, ya que estaban solo a ocho (62-54).

Esa diferencia que pudo sacar Cleveland en el primer período se hizo cada vez más valiosa. Miami lo tenía a tiro y no paraba de dar pelea. El tema es que no tenían ese acelerón para poder pasarlos, porque Garland desde los triples, y Mitchell desde las penetraciones, los mantenían lejos.

En el último cuarto, los de Florida llegaron a ponerse a siete (81-89), hasta que apareció Ty Jerome, que demostró por qué está entre los finalistas para el Sexto Hombre del Año y metió un par de acciones ofensivas que volvieron a darle aire a los Cavs. Miami permitió muchos tiros abiertos y Cleveland supo mover el balón para que Merrill, Mitchell y el ya mencionado Jerome castigaran.

Otra ráfaga de Ty Jerome, que intentó ser opacada por un buen accionar de Davion Mitchell, terminó de ponerle punto final a un encuentro en donde los bancos jugaron un papel fundamental.

Por su parte Golden State Warriors dio un golpe sobre la mesa por los veteranos y le ganó a los Rockets en Houston por 95 a 85. Curry jugó un partidazo en el que terminó con 31 puntos, 6 rebotes y 5 triples. Jimmy Butler manejó todo y finalizó con 25 unidades, 6 recobres y 7 asistencias. En los de Texas, que tuvieron muchas segundas oportunidades, la figura fue Sengun, con 26 tantos.

Houston empezó con una defensa rabiosa, digna de un equipo joven con ganas de comerse los playoffs. Sengun fue el jefe de los Rockets en el arranque: clavó 8 puntos en el primer período, le metió un volcadón en la cara a Green y fue clave para que los locales comenzaran 7 a 0 arriba.

Eso sí, el turco cometió 2 faltas temprano que lo condicionaron. En los Warriors, las ofensivas pasaban por la mano de Jimmy Butler. Curry arrancó con un 0 de 3 en triples y encontró sus primeros tantos en tiros de dos.

El segundo cuarto cambió totalmente: Golden State levantó la defensa de manera descomunal y dejó a los Rockets en solo 13 puntos. Steph, que agarró confianza mediante puntos en la pintura, metió 2 triples seguidos que, combinados con algunos aportes de Butler y Quinten Post, significaron un parcial de 10-0 para irse al descanso ganando 47 a 34. Cuando debían correr, los Warriors corrían; cuando debían frenarse y mover la bola, lo hacían, y todo pasaba por las manos de un Butler decisivo.

En el segundo tiempo se defendió con todo, como si fuese una respuesta para quienes dicen que eso ya no existe en la NBA. Los Warriors lo venían manejando bien, con un Curry que metió algunas jugadas de otro planeta. Hasta que se despertó el conjunto de Udoka, que clavó un parcial de 17 a 3 (69-60), encontró respuestas desde el banco con grandes acciones de Jabari Smith y Steven Adams, y pasó de perder por 23 a solo 9.

Los rebotes también fueron fundamentales para los Rockets. Capturaron muchos ofensivos que derivaron en segundas oportunidades. Houston empezó a hacerle temblar las piernas a Golden State y quedó a tiro. Pero ¿se acuerdan que dijimos que Curry arrancó frío desde la línea de tres?

Bueno, el Chef calentó la mano y se puso a cocinar a los Rockets, cayendo en dos tiempos, con un eurostep desde su casa y sobre la chicharra: el menú de siempre, versión Texas. Houston se puso a 4 (77-73) y parecía que se venía un final atrapante, pero los Warriors metieron un parcial de 11 a 2 en un minuto para llevarse el primer punto fuera de casa y robarle la localía a los Rockets.