Luto en el fútbol: Murió Just Fontaine, la increíble leyenda que más goles hizo en un Mundial

A pesar del paso de los años, su gesta sigue imbatible. El deporte rey despide con honores al francés que anotó 13 goles en el mundial de Suecia 1958.

El francés Just Fontaine, el jugador que tiene el récord de goles con 13 en una misma fase final del Mundial de fútbol, murió a los 89 años, informó su familia a la agencia AFP este miércoles.

Fontaine batió el récord en el Mundial de 1958 en Suecia, campeonato en el que Francia logró llegar a la semifinal por primera vez en su historia, siendo batida por el Brasil de Pelé, que fue luego el vencedor del torneo.

Con la muerte de Fontaine, solo quedan vivos tres jugadores franceses de aquella epopeya de 1958 (Dominique Colonna, Robert Mouynet, Bernard Chiarelli). Nacido en Marrakech, Fontaine no estaba destinado a disputar aquel Mundial porque le superaba en la jerarquía del equipo Thadée Cisowski, que se lesionó en el último momento.

En el Mundial de 1958 se cansó de convertir goles: Paraguay (3), Yugoslavia (2), Escocia (1), Irlanda del Norte (2), Brasil (1) y Alemania Occidental (4) fueron sus víctimas, aunque no pudo llegar a la final luego de que el elenco galo cayera ante Brasil por 5-2 en semifinales

Además del récord de los 13 goles y aquella histórica semifinal mundialista para Francia, Just Fontaine consiguió un gran palmarés en el fútbol de clubes con cuatro títulos de campeón de Francia (uno con el Niza, tres con el Reims), dos Copas de Francia (Niza en 1954 y Reims en 1958) y una final de la Copa de Europa -la actual Liga de Campeones), perdida en 1959 por 2-0 contra el gran Real Madrid de Di Stéfano, Puskas y Kopa.

La trayectoria como jugador de Fontaine se vio cortada brutalmente a finales de 1962 con apenas 28 años después de una doble fractura en una pierna. Retirado de los terrenos de juego, Just Fontaine pasó a ser entrenador, pero su carrera en los banquillos fue mucho más discreta.

Con 27 debió retirarse del fútbol en 1962, aunque su marca fue letal: registró 165 goles en 200 partidos de la liga francesa, mientras que con la selección francés anotó 30 goles en 21 presentaciones. Una muestra de su gran poder de fuego en el área rival.

Con la selección de Francia tuvo como entrenador una labor mucho menos gloriosa que como jugador: solo resistió dos partidos al frente del equipo nacional en 1967, antes de ser despedido después de dos derrotas en partidos amistosos.

Su experiencia como entrenador del París Saint-Germain (1973-1976) fue más exitoso, con un ascenso a primera división en 1974. Cerró su carrera como técnico en su tierra natal, en Marruecos, dando a la selección de ese país el tercer puesto en la Copa de África de 1980.

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