Arranque perfecto y demoledor para el viñamarino, que domina la competencia por cinco golpes en Bogotá, Colombia

El idilio inquebrantable entre los chilenos y el golf ha llegado a su cúspide. Después de los 59 de Niemann y Domínguez, además del 61 de Matías en India, llegó la figura de Cristóbal Del Solar para destrozar todos los parámetros, haciendo historia con una inédita ronda de 57 golpes (-13) que se convierte en RECORD ABSOLUTO para cualquier evento cosancionado por el PGA Tour.

Del Solar entró al Country Club de Bogotá en un nirvana mental, sincronizando a la perfección cada uno de sus movimientos, desde el más mínimo e intrascendente gesto, hasta cada uno de los golpes que lo llevaron a completar una brillante actuación, que quedará grabada en la retina de los amantes, no solo del golf, si no del mundo deportivo en general.

Fue un día perfecto, carente de parpadeos. El ataque del viñamarino en el corto trazado la cancha Pacos fue incesante. Birdies al uno y tres lo llenaban de confianza y lo invitaron a atreverse. El ataque continuó de forma voraz, entrando en una vorágine que parecía interminable de birdies del 5 al 8, la cual coronó con un tremendo águila en el par 4 del 9.

El parcial de 27 golpes de la ida (-8) dejó todo listo para continuar con la conquista del recorrido bogotano. Quizás, en ese momento, los pensamientos que rondaban la mente de Cristóbal podían invitar a un juego conservador para terminar bien, sin correr riesgos. Sin embargo algún recuerdo de su natal Viña del Mar, actualmente pasando momentos duros tuvo que encender aún más ese fuego sagrado dentro de su corazón, para ofrecer un bálsamo de alegría dentro de las dificultades y, en vez de regularse, apretó… por él, por los suyos… por Chile.

Así, arrancó la segunda vuelta con birdie al 10, volvió a golpear con fuerza gracias a otro águila al 12 que lo dejaba con un parcial de -11 después de 12 hoyos que invitaba a seguir ilusionándose. Y es que, cuando el golf acompaña, hay que aprovechar. Así, continuó con su plan de juego sin importar la altura bogotana. Solo importaba él y el siguiente golpe que le tocaba.

Cristóbal sumó birdies consecutivos al 14 y 15 para superar a Joaquín Niemann, Mati Domínguez, Bryson DeChambeau, e incluso el soberbio 58 de Jim Furyk en el Travelers de 2016, dejando la bandera nacional en lo más alto del golf mundial, siendo el nuevo score a vencer en cualquier evento cosancionado por el PGA Tour.

Con su sublime arranque, Cristóbal toma cinco golpes de ventaja sobre el segundo puesto, marcando un punto de partida más que perfecto para buscar una semana histórica en Bogotá, donde ya sabe lo que es ganar.

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