Masters 1000 de Montecarlo: El clima posterga un par de partidos

El ruso Daniil Medvedev y el italiano Jannik Sinner, fueron protagonistas de la jornada de hoy miércoles que no pudo terminar por la lluvia

La lluvia, la maldita lluvia. Pasan los años y el tenis sigue teniendo los mismos malos, como se ha comprobado este miércoles en el Masters 1000 de Montecarlo. Los dos partidos que faltaban por disputarse, Dimitrov-Kecmanovic y Rune-Nagal, regresarán mañana al orden de juego debido a las inclemencias meteorológicas.

Tanto el búlgaro como el danés iban ganando sus respectivos compromisos, aunque seguro que les ha hecho poca gracia ver cómo su semana cambia considerablemente debido a los factores externos. En unos minutos os contamos cómo queda el orden de juego para este jueves.

Encuentro entretenido el que hemos tenido por delante entre Daniil Medvedev y Gael Monfils que ha resultado en la primera victoria sobre tierra del ruso este 2024 (6-4 6-4). A pesar de su complicada relación con esta superficie, Medvedev se mostró casi impecable durante la mayor parte del encuentro a pesar de algunos minutos en el segundo set en el que perdía un poco la concentración y la cordura.

Sin embargo, reaccionó sobradamente para enfrentar ese 1-4 abajo y apuntarse 5 juegos seguidos para llevarse la victoria. Buen partido de Medvedev, incluida una dura bronca con el juez de silla por la correcta decisión o no de cantar ‘out’ alguna bola. Por su parte, Monfils estuvo demasiado abocado al fallo, cometiendo hasta 25 errores no forzados. Así, Karen Khachanov será el próximo rival del ruso en octavos de final.

Partido igualadísimo el que se ha vivido hoy en el Masters 1000 de Montecarlo entre Hubert Hurkacz y Roberto Bautista. Y es que la tierra del torneo monegasco ha sido testigo de un duro encuentro que ha terminado cayendo del lado del polaco tras imponerse en uno de sus habituales tie breaks por 7-5 7-6(4).

El castellonense había encontrado las sensaciones para ponerle las cosas difíciles a un Hurkacz que lograba apuntarse hasta 45 golpes ganadores (el doble que su rival) y gracias a 15 saques directos. Así, el número 8 del mundo continúa avanzando sobre la tierra monegasca y ya espera por Casper Ruud o Alejandro Tabilo.

Alex de Miñaur y Lorenzo Sonego siguen presentes en el Masters 1000 de Montecarlo. El australiano tuvo que emplearse a fondo para remontar a Tallon Griekspoor por 2-6, 6-2 y 6-3 en un partido que llegó a las 2 horas y 5 minutos y se enfrentará a su compatriota Alexei Popyrin en los octavos de final.

Mientras que el italiano, que perdió contra Bautista en la fase previa y entró como Lucky Loser tras la baja de Alcaraz, se deshacía de Auger-Aliassime por 6-4 y 7-5 en un partido muy serio por parte de Sonego. El repescado tenista italiano se enfrentará en los octavos de final ante el ganador del encuentro entre Ugo Humbert y Zhizhen Zhang.

Sin tiempo que perder. Así se ha tomando Jannik Sinner su debut en el Masters 1000 de Montecarlo. Y es que el italiano pasó por encima de Sebastian Korda para apuntarse la victoria por 6-1 6-2 en poco más de 1 hora y cuarto. Mucha solidez y confianza ha derrochado un Sinner que parte como muy favorito al título y más con Alcaraz fuera de combate. Así, el número 2 del mundo refleja su buen hacer también en tierra, pues era una incógnita cómo se le iba a dar. Duda despejada, el italiano ahora buscará seguir con su aura victoriosa para enfrentarse a Jan-Lennard Struff en octavos de final.

Stefanos Tsitsipas se ha divertido de lo lindo en su segundo encuentro del Masters 1000 de Montecarlo, pues solo se ha dejado un solo juego por el camino ante Tomás Etcheverry. El argentino se vio totalmente acorralado ante la grandísima versión de su rival, un Tsitsipas dispuesto a despejar todas las dudas vertidas sobre él ahora en la tierra batida. El griego se deshizo de Etcheverry por 6-1 6-0 en un partido que duró apenas 1 hora y en el que Stefanos acumuló 12 juegos consecutivos tras perder irónicamente el servicio nada más comenzar. Ahora, deberá enfrentarse a Alexander Zverev, un gran hueso duro de roer.