El futbol de duelo: Murió César Luis Menotti
Una de las máximas leyendas del fútbol argentino y mundial falleció este domingo a los 85 años. Campeón del mundo en 1978, dejó un legado imborrable en el mundo por su trabajo e ideas como entrenador.
Cesar Luis Menotti, quien dirigió a la Selección Argentina en el Mundial de 1978, murió este domingo a los 85 años. La cuenta oficial de la AFA confirmó la noticia a través de las redes sociales. «La Asociación del Fútbol Argentino lamenta informar con enorme tristeza el fallecimiento de César Luis Menotti, actual Director de Selecciones Nacionales y ex técnico Campeón del Mundo de @Argentina», escribieron desde la casa madre en X (antes Twitter).
El histórico entrenador había ingresado a la guardia del Sanatorio Agote de Recoleta (CABA) a fines de marzo por un severo cuadro de anemia que se le complicó por una tromboflebitis: estuvo consciente y en una sala común, pero se encontraba muy débil y por ese motivo se postergó el alta hasta el 10 de abril. «Está bien, lúcido, y con ganas de irse ya a su casa», había contado alguien de su entorno a poco de producirse su hospitalización.
César solía evitar hasta último momento las visitas a los médicos y eso provocó que terminara hospitalizado debido a que su cuadro de anemia era importante. En agosto del año pasado había sufrido un accidente al caerse en su casa, lo que le provocó una hemorragia interna, y también había demorado en acercarse a una guardia. Cuando lo hizo, debió quedarse internado durante varios días para poder curarse y ser dado de alta.
Esa vez, ocurrió algo similar. El Director de Selecciones Nacionales de la AFA venía con algunos síntomas y tardó en buscar asistencia. Cuando dejó el sanatorio, le recetaron continuar con la rehabilitación en su casa, que incluía trabajos con un kinesiólogo ante la pérdida de fuerza que sufrió por su problema de salud.
El Flaco apareció públicamente por última vez el 13 de marzo en una entrevista radial por radio Splendid. Allí tuvo palabras elogiosas para Ángel Di María. «Es uno de los mejores futbolistas de la historia del fútbol argentino. Y si no, revisen dónde jugó, cómo jugó… Pregúntenles a sus compañeros. Para mí, Di María es de una importancia en nuestra historia que me dolería mucho que no disfrute del reconocimiento por todo lo que hizo. Nunca vendió humo, nunca, nunca… Yo le tengo un gran aprecio. Y eso que no tengo relación con él», afirmó.
Si bien tuvo una buena carrera como futbolista, principalmente en el Rosario Central de sus amores y con breves pasos por Racing, Boca y el Santos de Pelé, el Flaco alcanzó su esplendor como entrenador. No solo por los logros, sino por haber dejado una escuela a seguir que perdura en el tiempo con cientos de discípulos: el menottismo.
Menotti arrancó su periplo en los bancos de suplentes con un breve paso por Newell’s, pero fue el vistoso Huracán campeón de 1973 lo que lo catapultó a una Selección que venía de papelón en papelón. Supo enderezar el barco, con su estilo, para conquistar el mundo desde casa, en el ’78. Al año siguiente, con un Diego Armando Maradona brillante (al que debió dejar afuera de la Mayor), también lo logró a nivel juvenil en Japón.
Después de la dura eliminación del Mundial ’82, dejó el cargo y se fue a dirigir al Diez en Barcelona, donde ganó tres títulos. También allí empezó a forjarse el interminable duelo con Carlos Salvador Bilardo, su sucesor en la Albiceleste y líder de un pensamiento completamente antagónico, que dividió las aguas del fútbol argentino a fines del Siglo XX.
Menotti también dirigió a Boca en dos períodos, tuvo tres pasos por Independiente (más uno como mánager) y trabajó en el Atlético de Madrid, River, Peñarol, Rosario Central, la Sampdoria y dos mexicanos -Puebla y Tecos-, hasta su retiro en 2007.
Siempre una voz autorizada, en los últimos tiempos se dedicó a ser un hombre de decisión y consulta permanente en la gestión de las selecciones nacionales. Fue clave para sostener con paciencia el proceso comandado por Lionel Scaloni en la Mayor, que sin experiencia previa pasó de interino a campeón de América y el mundo.