Copa Davis: La marea naranja conquista Málaga y hace historia
MALAGA, SPAIN - NOVEMBER 22: Team of Netherlands line up ahead of their semifinal tie between Germany and Netherlands during the Davis Cup Finals at Palacio de Deportes Jose Maria Martin Carpena on November 22, 2024 in Malaga, Spain. (Photo by Matt McNulty/Getty Images for ITF)
Por primera vez en 104 años de competición jugará la final, tras una gran victoria sobre la España de Rafael Nadal y Carlos Alcaraz el pasado martes, hoy vencieron 2-0 a Alemania
Países Bajos está de fiesta. En una noche inolvidable en el Palacio de Deportes José María Martín Carpena de Málaga, la «marea naranja» celebró a lo grande con el pase a la primera final de Copa Davis de su historia al vencer por 2 a 0 a Alemania.
Ahora, espera la definición de su rival, que saldrá del choque de este sábado entre Italia, el defensor del título y que cuenta con el número 1 del mundo, Jannik Sinner, y Australia. Justamente ambos países fueron los protagonistas de la final de la año pasado.
Pero, además, la noche también contó con el homenaje a Wesley Koolhof, un emblema del tenis neerlandés que se retira esta semana del circuito profesional. Rodeado por el fervor de los fanáticos, Koolhof fue el protagonista de una ceremonia preparada por la Federación Internacional de Tenis (ITF) y compartida con sus compañeros de equipo.
Koolhof tuvo palabras de agradecimiento y admiración: “Fue un año muy especial, estoy orgulloso de este equipo y feliz y agradecido con los fans que vinieron hasta aquí para apoyarnos. Por suerte todavía no terminamos, aún nos quedan algunos días y trabajo por hacer. Jugar la final es realmente algo muy importante para nosotros y esperamos dar lo mejor. Tuve una carrera increíble que nunca imaginé, ganar Wimbledon y tantos otros títulos, y todavía puede haber uno más muy especial”, dijo el doblista, cuyos servicios anoche no fueron necesarios.
El capitán neerlandés, Paul Haarhuis, también tuvo palabras sentidas en la ceremonia: “Eres una persona muy agradable, un tipo con un gran sentido del humor, un jugador de equipo y fuiste alguien fundamental para mí como capitán y para este equipo. Te estoy agradecido por estos años. Antes de venir, quería que te mantuvieras un poco más y que jugaras en febrero, tal vez en casa, pero creo que habiendo alcanzado la final de la Copa Davis está más que bien. Pero te digo que antes de cualquier despedida, espero que juegues un tenis increíble el domingo si te necesitamos. Lo mismo va para todo el equipo.”
El significado de esta gesta trasciende lo deportivo. Países Bajos, un país sin gran tradición en esta competencia, ha superado las expectativas y roto una barrera que les había sido esquiva desde su última semifinal en 2001. En una temporada donde la unión y el espíritu de equipo han sido la clave, este logro refleja años de esfuerzo y dedicación que ahora los colocan a las puertas de la gloria. El camino hasta aquí no ha sido fácil, pero la resiliencia de este equipo es innegable.
El primer paso hacia la victoria llegó gracias a Botic van de Zandschulp, quien protagonizó una verdadera batalla contra Daniel Altmaier. En un partido para el infarto, lleno de vaivenes emocionales, el neerlandés necesitó diez match points para imponerse por 6-4, 6-7 (12) y 6-3. Altmaier, un luchador nato, tenía siempre una vida más en los momentos cruciales, pero Van de Zandschulp insistió hasta quebrar la resistencia de su rival.
El segundo partido no fue menos dramático. Jan-Lennard Struff, un pilar alemán, arrancó con fuerza y se llevó el primer set en un ajustado 7-6 (4). Sin embargo, Tallon Griekspoor, inspirado por el fervor de los fanáticos neerlandeses, desplegó su mejor tenis en los momentos clave. Con una actuación llena de corazón, remontó para ganar 7-5 y 6-4, sellando el 2-0 definitivo que desató la fiesta naranja en Málaga.
Con este triunfo, Países Bajos no solo hace historia, sino que también se gana el derecho de soñar. Ahora esperan al ganador entre Italia, el campeón defensor, y Australia, que buscarán la revancha tras perder la final del año pasado. Sea quien sea el rival, los neerlandeses ya han demostrado que están listos para desafiar cualquier pronóstico y darlo todo por ese trofeo que los pondría en lo más alto del tenis mundial. El domingo, Málaga será testigo de un capítulo que promete ser épico en la historia del tenis neerlandés.
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