Las atletas tendrán que pasar un test genético para competir en categoría femenina desde el próximo Mundial

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World Athletics aprueba una nueva norma que cerrará puertas a deportistas trans y con diferencias en el desarrollo sexual. La federación actúa para «proteger tenazmente» la competencia «justa» entre mujeres y reabre el debate sobre la diversidad

La federación internacional de atletismo, World Athletics, ha dado un paso más en sus normas para limitar la participación en la categoría femenina y a partir del Mundial de Tokio 2025 solo podrán hacerlo las deportistas que pasen una prueba genética que, en principio, demuestre que son efectivamente mujeres.

«Protegeremos tenazmente la categoría femenina y haremos todo lo que haga falta para conseguirlo», señaló a la prensa el presidente de World Athletics, el británico Sebastian Coe, al término de la reunión de su Consejo celebrada después del Mundial de pista cubierta de Nankín, en China.

Según la agencia France Press, World Athletics aprobó este lunes que la medida se aplique precisamente para su siguiente gran campeonato internacional, el más importante Mundial al aire libre que se disputará en Tokio del 13 al 21 de septiembre.

Esta nueva regulación es fruto de las recomendaciones del grupo de trabajo sobre atletas con diversidad de género que solicitó, en base a los «avances científicos» surgidos, revisar las normas de elegibilidad para participar en la categoría femenina.

En marzo de 2023, World Athletics ya prohibió la participación en las pruebas femeninas a los atletas transgénero que hubieran pasado la «pubertad masculina». Un criterio que el grupo de trabajo sobre atletas con diversidad de género cuestionó en el informe hecho público el pasado mes de febrero y en el que aseguró que «centrarse exclusivamente en la pubertad masculina es un error» , recuerda Efe.

«Nuevas pruebas aclaran que ya existe una brecha de rendimiento atléticamente significativa antes del inicio de la pubertad. La diferencia de rendimiento en la infancia o antes de la pubertad en el deporte del atletismo en concreto es del 3 al 5% en las pruebas de carrera y mayor en las pruebas de lanzamiento y salto», señaló el informe.

Estos argumentos llevaron al grupo de trabajo a recomendar la adopción de una prueba genética para poder inscribirse y competir de forma «justa» en la categoría femenina. Y de ahí sale esta norma por la que las atletas tendrían que someterse a un test, una sola vez en su vida, para demostrar que no tienen el gen SRY, que se considera determinante del sexo masculino en los seres humanos.

Con esta nueva norma, World Athletics simplifica también su regulación al poner fin a la especificidad que contemplaba para las personas con diferencias en el desarrollo sexual (DSD), que a partir de ahora tendrán también que pasar este test genético.

Y es que hasta ahora a estas atletas cuyos cuerpos producen altos niveles de testosterona, como fue el caso de Caster Semenya, les permitía en condiciones muy restringidas ser elegibles, solo para determinadas pruebas y después de someterse a un tratamiento hormonal.

Esta cuestión generó muchas críticas, pero el reglamento finalmente fue avalado por la justicia, lo que reafirmó a World Athletics a la hora de regular las normas para la categoría femenina; un camino que han seguido en cierto modo otras federaciones deportivas.

La polémica se ha reabierto con esta nueva medida. Irene Aguilar, abogada especialista en derecho deportivo, ha defendido la oportunidad de la medida. «El sexo determina tener un cuerpo absolutamente diferente según si eres hombre o mujer. Como el trato que se daría a las personas que accederían a esta categoría sería a todas el mismo […] realmente no se aprecian visos de ningún tipo de discriminación», ha comentado en Radio Nacional.

Por su parte, Paula Iglesias, presidenta de la Federación Estatal LGTBI+ y médico, ha criticado la medida por «discriminatoria»: «La vuelta al análisis cromosómico [en el deporte] es una estrategia internacional que intenta señalar a mujeres trans que son parte de un colectivo muy vulnerable como un enemigo que es ficticio».

En cuanto a la cuestión técnica, la prueba consistirá en un frotis bucal o el análisis de una muestra de sangre. World Athletics señaló que en las próximas semanas se redactará la nueva normativa y se acordará el proveedor, el proceso y el calendario de la prueba SRY previa a la autorización de cada atleta.