NBA: Oklahoma dominó a Memphis de punta a punta al igual que Boston a Orlando

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OKLAHOMA CITY, OK - APRIL 20: Shai Gilgeous-Alexander #2 of the Oklahoma City Thunder dribbles the ball during the game against the Memphis Grizzlies during Round 1 Game 1 of the 2025 NBA Playoffs on April 20, 2025 at Paycom Center in Oklahoma City, Oklahoma. NOTE TO USER: User expressly acknowledges and agrees that, by downloading and or using this photograph, User is consenting to the terms and conditions of the Getty Images License Agreement. Mandatory Copyright Notice: Copyright 2025 NBAE (Photo by Joe Murphy/NBAE via Getty Images)

Thunder fue feroz y le ganó 131 a 80. El elenco de Daigneault tuvo varios puntos altos, pero el goleador fue Aaron Wiggins, con 21 puntos. Los Celtics se adelantaron vencer al Magic por 103 a 86 y Derrick White fue la figura del encuentro con 30 unidades.

Oklahoma hizo lo que viene haciendo desde hace 82 partidos: ser una topadora que, si puede, te gana por 50, como pasó hoy. El Thunder se impuso por 131 a 80 frente a un Memphis que solo compitió durante 6 minutos y, desde ese momento, no le encontró fisuras a un OKC que lastimó en ataque y tuvo a 6 jugadores en doble dígito.

Los más destacados del elenco de Daigneault fueron: Aaron Wiggins, con 21 puntos; Jalen Williams, con 20; y Chet Holmgren, con 19. Shai no tuvo que demostrar que es el gran goleador de esta temporada. En Memphis, fueron Morant y Bagley los que más anotaron, con 17 unidades cada uno.

El juego comenzó bastante parejo, sobre todo teniendo en cuenta la topadora que sería Oklahoma después. Cuatro minutos de palo a palo necesitó Oklahoma para hacer pie y salir a comerse al oso. Cuando iba perdiendo 9 a 8, metió el primer parcial del partido, uno de 7 a 0, que lo dejó arriba para el resto del primer asalto.

Levantó la defensa y comenzó a hacer sufrir a los Grizzlies. El periodo inicial finalizó 32 a 20, pero eso era solo el inicio de la masacre. Arrancó el segundo capítulo en modo destructor —así como hizo toda la temporada— y empezó con una carrera de 23-2 que fue un golpe prácticamente de KO, y todavía quedaban tres cuartos y medio de juego (55-22).

Oklahoma quiere dar un golpe sobre la mesa y demostrar que es el gran candidato a llevarse la NBA. Es por eso que siguió destrozando a Memphis, tanto en defensa como en ataque. Se fue al descanso ganando por 66 a 36 y volvió del vestuario igual de fuerte.

Si no castigaba Shai con sus penetraciones, lo hacía Holmgren abierto; si saltaban contra Chet, volvía a penetrar y generaba más opciones. Si Memphis intentaba centrar su defensa en los que más daño te pueden hacer ofensivamente, entonces los comían Jalen Williams y Aaron Wiggins, que desde el triple estuvo fino (4 de 7).

Fue tanta la diferencia que sacó OKC que descansaron todos, los perdedores y los ganadores. El último cuarto fue un protocolo, porque el tercero terminó 112 a 63 para la banda de Daigneault.

Esos 10 minutos finales se desarrollaron con los suplentes de ambos equipos, y los Grizzlies no dejaron que fuera más grande la paliza que recibieron en esta primera ronda, que sigue perfilando a Oklahoma como un claro candidato y llena de dudas a Memphis, que ya está un partido abajo en la serie.

Boston se quedó con el primer partido ante Orlando Magic por 103 a 86. El elenco de Joe Mazzulla logró romper el partido en el tercer cuarto y terminó ganando por ese marcador. Tatum terminó con dolor en la muñeca, y Derrick White fue la figura del encuentro con 30 puntos y 7 triples convertidos. Desde la segunda unidad fue clave Payton Pritchard, que finalizó con 19 unidades. En Orlando quedaron muy solos Banchero (36) y Wagner (23); ningún otro jugador del Magic superó los 7 tantos.

El partido empezó con un primer parcial rápido de Boston, que logró ponerse 9 a 4 en los primeros minutos. Sin embargo, el primer buen pasar de los Celtics llegó de la mano de Tatum y Horford, que lograron encontrar puntos ante un Orlando que llegó con una estrategia clara: hacer las posesiones más largas para poder bajar el goleo del encuentro.

Allí es donde creían que tendrían posibilidades. Le resultó bastante bien a los de Florida porque, luego de que los de Mazzulla sacaran una buena ventaja (32-20), producto de un ingreso letal de Pritchard (9 puntos en pocos minutos), Banchero y Wagner se colgaron el equipo al hombro y, acaparando casi todos los puntos de su equipo, lograron irse a los vestuarios ganando por 49 a 48.

En el tercer cuarto todo cambió. Holiday y White lograron dar la cara por el equipo, como lo hicieron en varios momentos de los playoffs del año pasado. Jrue distribuyó bien el juego y castigó de tres como un animal. Luego, la posta pasó a las manos de Jaylen Brown y los Celtics empezaron a cerrar el partido, como para comenzar a defender su localía.

El Magic quedó con un goleo pobre, que solo era producido por Banchero y Wagner; del resto, muy poquito, al menos en ofensiva. Cuando Paolo y Franz no la embocaron, Boston le tiró todo el equipo encima para irse en el score (máxima de 97 a 78 con 5 minutos por jugarse).

Tatum sintió una molestia en la muñeca y no estuvo tan efectivo en ataque; Jaylen Brown tampoco deslumbró como nos tiene acostumbrados. Sin embargo, los Celtics puedieron poner el juego en manos de Pritchard, Holiday y, sobre todo, Derrick White. De esta manera, llegaron al último cuarto con el juego prácticamente liquidado y la tranquilidad de tener una segunda línea de jugadores que no los deja a gamba.