El Movimiento Olímpico condena categóricamente cualquier iniciativa encaminada a politizar totalmente el deporte, en particular la creación de acontecimientos deportivos completamente politizados por parte del Gobierno ruso.

El Comité Olímpico Internacional (COI) reitera su firme postura en contra de la politización del deporte. Dicha postura es un principio fundamental de la Carta Olímpica:

«Como el deporte es una actividad que forma parte de la sociedad, las organizaciones deportivas en el seno del Movimiento Olímpico aplicarán el principio de neutralidad política. Tendrán los derechos y obligaciones de autonomía, que consisten en controlar y establecer libremente las normas del deporte, determinar la estructura y gobernanza de sus organizaciones, disfrutar del derecho a elecciones libres de toda influencia externa y la responsabilidad de garantizar la aplicación de los principios de buena gobernanza».

La Carta Olímpica también establece lo siguiente:

«La misión del COI es promover el Olimpismo por todo el mundo y dirigir el Movimiento Olímpico. La función del COI es: (…) Oponerse a todo abuso político o comercial del deporte y de los atletas».

Estos principios han sido apoyados y reconocidos en repetidas ocasiones por resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, concretamente «reconociendo los principios fundamentales de la Carta Olímpica» (A/RES/78/10, Construcción de un mundo pacífico y mejor mediante el deporte y el ideal olímpico, de noviembre de 2023).

Estas resoluciones también han respaldado el papel de liderazgo del COI, en particular la resolución A/RES/77/27 (El deporte como facilitador del desarrollo sostenible, de noviembre de 2022), en la que se afirma que la Asamblea General de las Naciones Unidas «apoya la independencia y autonomía del deporte, así como la misión del Comité Olímpico Internacional como líder del movimiento olímpico y del Comité Paralímpico Internacional como líder del movimiento paralímpico».

La mayoría de dichas resoluciones se adoptaron con el consenso de todos los Estados miembros de las Naciones Unidas, a excepción de la más reciente, en la que se abstuvieron la Federación de Rusia y la República Árabe Siria.

El COI señala que, en contracorriente a los principios fundamentales de la Carta Olímpica y las resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el Gobierno ruso prevé organizar acontecimientos deportivos en Rusia de motivación meramente política. El Gobierno ruso ha creado y financia la Asociación Internacional de la Amistad (International Friendship Association, IFA) con miras a organizar los «Juegos de la Amistad» de verano e invierno.

Aparentemente, se prevé que la primera edición de los «Juegos de la Amistad de Verano» tenga Iugar en Moscú y Ekaterimburgo (Rusia) en septiembre de 2024, y que los «Juegos de la Amistad de Invierno» se celebren en Sochi (Rusia) en 2026.

A tal fin, el Gobierno ruso ha emprendido una fuerte ofensiva diplomática con miras a entablar contactos con Gobiernos de todo el mundo por conducto de sus delegaciones estatales, sus embajadores, sus ministerios y otras autoridades gubernamentales. Como si su motivación puramente política no fuese lo suficientemente obvia, se elude deliberadamente a las organizaciones deportivas de los países a los que se dirigen, lo que supone una infracción flagrante de la Carta Olímpica y de las numerosas resoluciones de las Naciones Unidas.

Estamos ante un intento cínico de la Federación de Rusia de politizar el deporte. La Comisión de Atletas del COI, que representa a todos los deportistas olímpicos del mundo, se opone rotundamente a que se use a los deportistas con fines de propaganda política. La Comisión alerta incluso ante el riesgo de que los deportistas se vean forzados por sus respectivos Gobiernos a participar en dichos eventos de cariz puramente político, lo que supondría explotarlos como parte de una campaña de propaganda política.

El Gobierno ruso también muestra un desprecio absoluto por las normas internacionales antidopaje y por la integridad de las competiciones. Es el mismo Gobierno que estuvo implicado en el programa de dopaje sistémico durante los Juegos Olímpicos de Invierno Sochi 2014 y, posteriormente, en la manipulación de resultados de controles antidopaje.

Precisamente la semana pasada, la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) expresó su «preocupación ante los planes de Rusia de celebrar los Juegos de la Amistad, un acontecimiento no autorizado, en septiembre de 2024. En particular, preocupa que, dado que el evento no se celebra bajo la protección del Código Mundial Antidopaje, se puedan poner en riesgo la salud de los deportistas y la equidad para con ellos. La AMA insta a todos los signatarios del Código a actuar con cautela y a no legitimar este evento, dado que no puede avalar el programa antidopaje eventualmente se ponga en marcha. El hecho de que la Agencia Antidopaje Rusa (RUSADA) no cumpla actualmente con el Código refuerza esta postura, ya que no existe un laboratorio acreditado por la AMA en el país y, en general, la confianza en su sistema antidopaje es escasa».

Debido a las siguientes razones:

  • la flagrante violación de la Carta Olímpica,
  • la infracción de las respectivas resoluciones de las Naciones Unidas,
  • la falta de respeto hacia los deportistas y la integridad de las competiciones deportivas,

El Movimiento Olímpico condena categóricamente cualquier iniciativa encaminada a politizar totalmente el deporte, en particular la creación de acontecimientos deportivos completamente politizados por parte del Gobierno ruso.

El COI insta con firmeza a todas las partes implicadas en el Movimiento Olímpico y a todos los Gobiernos a rechazar la participación y el apoyo de aquellas iniciativas que pretendan politizar totalmente el deporte internacional.

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